Fondos para salud, por favor
6 sep 2021
Un nuevo curso acaba de comenzar y el sector sanitario español se prepara para ser un buen alumno. Por delante tiene viejos y nuevos retos como el impulso a la investigación y desarrollo (I+D), la puesta en marcha de operaciones corporativas, la sostenibilidad de un sistema con pacientes cada vez más crónicos, el turismo sanitario, la mejora de la atención primaria… un sinfín de to dos. Deberes que la industria tiene que hacer y para los que se necesita dinero y una mayor colaboración público-privada.
La fortaleza del sector está acreditada, por lo menos desde la vertiente privada. El negocio de la salud en España se muestra robusto, por ejemplo, a la hora de atraer al capital. En este sentido, un factor que dinamiza el sector es el interés de los fondos de inversión, que en los últimos meses han protagonizado operaciones de renombre. Pero ¿qué sucede en el ámbito público?
El sistema sanitario adolece de agotamiento fruto de la tensión a la que ha tenido que someterse con el estallido del Covid-19. Pero no sólo el negocio de la salud, por supuesto que no, sino la economía en general. Por ello, hace unos meses la Comisión Europea anunció una partida de 70.000 millones de euros en transferencias directas que recibirá España hasta 2023, de los que cualquiera podría imaginar que un monto importante va a parar a mejorar la salud, hecho que ha cobrado la mayor de las relevancias a nivel personal como mínimo desde marzo de 2020. Pues si piensa así, está equivocado.
De los 70.000 millones de euros solamente el 1,5% es para salud. Con ello, se sitúa, a la cola de las políticas prioritarias de inversión, muy por detrás de otras partidas como el turismo o la movilidad sostenible. Algo que ha sido denunciado ya por organizaciones como el sindicato español de enfermería Satse, que hace escasos días reclamaba “un radical cambio de rumbo en las prioridades del conjunto de instituciones públicas y partidos de nuestro país que lleve al blindaje y reconstrucción de nuestro sistema sanitario con los recursos y medios necesarios”. El sindicato, además, recordaba que países como Italia destinan de esos fondos a sanidad el 7%.
Lo cierto es que se trata de poco más de mil millones de euros a lo largo de tres años. Una cifra simbólica si se contextualiza con el gasto sanitario español, que asciende a más de 70.000 millones de euros anuales. Y no es que otros sectores como el turismo o la movilidad sostenible no precisen de ayudas, pero también cabe recordar que sin salud no hay economía. Organizaciones, empresas, patronales y otras voces y agentes deberían unirse en pro de un sector que sea más reconocido y exigir más apuesta pública.
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