El momento es ahora

El último año quedará grabado en el recuerdo de todos como el ejercicio en que la población, todavía batallando con el monstruo del Covid-19, inició el proceso de vacunación para darle caza. Y eso que ha habido quien le ha intentado quitar el protagonismo: la borrasca Filomena, el aumento del precio de la luz, la erupción del volcán de La Palma o la mismísima Marta Ortega, hija de Amancio Ortega y recién nombrada presidenta de Inditex. Pero si hay un nombre que destaca por encima de todo, con el que ya se empieza a estar familiarizado, este es Ómicron, la nueva variante del coronavirus.

Lamentablemente, 2021 ha continuado siendo el año del Covid-19, a pesar de la esperanza que traen consigo las diferentes vacunas aprobadas, como Pfizer y BioNTech, AstraZeneca y Oxford, Moderna o Janssen. De hecho, ya se va por la tercera dosis, aunque la presión hospitalaria ha vuelto a remontar en algunos países. Aunque se avanza imperiosamente hacia esa nueva normalidad, que había allá por principios de 2020, todavía queda mucho camino por recorrer y mucha lección aprendida que no debe quedar en el olvido. Algo que ha enseñado el Covid-19 es que apostar por la salud es esencial. Sin salud no hay economía; está en el centro de todo. Gobiernos, instituciones públicas y privadas, inversores, fondos de capital riesgo y otros actores no han sido ajenos a este fenómeno. 

Durante los últimos meses, se han acelerado muchas operaciones en el sector de diagnóstico, in vivo e in vitro, las rondas de financiación han ido produciéndose una tras otra y  los prejuicios ante la colaboración público-privada han empezando a quedar anticuados. Se está imponiendo la lógica que hace pensar que la colaboración tiene que ser leal y que la suma, utilizar cuantos más recursos disponibles haya al servicio de los ciudadanos, es lo más idóneo. Recursos es precisamente lo que necesita una economía tocada que tiene que resurgir. 

Para ello viene, en forma de bote salvavidas, la ayuda europea con el proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (Perte) de salud, aprobado por el Gobierno de España el pasado noviembre. Un sistema de salud de altas prestaciones debe orientarse no sólo hacia la atención a las enfermedades, sino especialmente hacia la protección de la salud y su interacción con nuevos retos medioambientales, demográficos y socioeconómicos. 

Las prioridades de la promoción y la atención a la salud deben continuar enfocadas en la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la rehabilitación de las patologías más frecuentes, muchas de las cuales son enfermedades crónicas asociadas al envejecimiento de la población. De forma simultánea, es también imprescindible focalizar la atención en los millones de personas con enfermedades de baja prevalencia y ultrarraras cuyas posibilidades diagnósticas y terapéuticas exigen nuevos programas. Empezamos ahora a hablar cada vez más de la medicina de precisión. 

Se han producido avances en el campo de la genética, la biología molecular y la ingeniería tisular que han conducido a una revolución terapéutica sin precedentes que se sustenta en las nuevas capacidades para descifrar y modificar la información que está inscrita en nuestro genoma. 

Los abordajes clínicos de medicina de precisión y los nuevos medicamentos de terapia avanzada ofrecen una gran oportunidad para mejorar la salud de la población y abren un enorme campo para generar valor económico vinculado a la industria de la ciencia, la innovación y la digitalización. Para que España sea capaz de aprovechar estas oportunidades es necesario poner en marcha líneas estratégicas centradas en el fortalecimiento científico-tecnológico del Sistema Nacional de Salud (SNS) y en el desarrollo del sector productivo. Es una cosa de todos, en la que se debe remar a la vez en la misma dirección. No es algo que se deba dejar para mañana, el momento es ahora.

En 2022, PlantaDoce cumple cinco años de trayectoria como diario de información económica especializado en el dinámico sector de la salud. Un aniversario que, sobre todo, nos servirá para promover la reflexión sobre la trayectoria del sector en la última media década y, sobre todo, reafirmar nuestro compromiso con un periodismo util para los profesionales de una industria en plena transofrmacion y con grandes retos por delante.