Thomas Senderovitz (Novo Nordisk): “Sin datos accesibles, apostar por la IA es tirar dinero”

Novo Nordisk avanza a paso firme hacia la explotación de los datos que genera. El gigante farmacéutico danés se apoyará en el supercomputador Gefion para desarrollar capacidades en computación cuántica, inteligencia artificial (IA) generativa y modelos avanzados basados en su historial de datos clínicos. Así lo detalla a PlantaDoce Thomas Senderovitz, vicepresidente senior del área de ciencia de datos de la multinacional.

Gefion es el fruto de un encargo de la Fundación Novo Nordisk a Eviden, parte de Atos, la compañía responsable de levantar el supercomputador barcelonés MareNostrum5 o el italiano Leonardo. Este sistema, que contará con la capacidad de ejecutar seis trillones de operaciones por segundo, se instalará en el Centro Danés para la Innovación en IA, propiedad de la entidad que lo financia y del Fondo de Exportación e Inversión de Dinamarca. Está previsto que entre en funcionamiento antes de que acabe el año.

Senderovitz es vicepresidente senior de ciencia de datos de Novo Nordisk. Se unió a la compañía hace tres años, tras ejercer el cargo de director general de la Agencia Danesa del Medicamento durante otros cinco. Médico de formación, este ejecutivo lleva en su currículum, entre otras posiciones directivas en el área de las grandes farma, el haber fundado dos biotecnológicas.

Novo Nordisk dispone de 1.700 estudios clínicos de los cuales 1.200 son accesibles

El alto directivo de Novo Nordisk recuerda que hasta ahora siempre han dispuesto de capacidades de computación, alquiladas o propias, pero que la creciente necesidad de la compañía en lo relativo a la computación de alto rendimiento (HPC, por sus siglas en inglés) concretada en Gefion dará un impulso a varias áreas.

Thomas Senderovitz enumera las siguientes: simulaciones de efectos de fármacos más avanzadas, modelos para anticipar los resultados de un ensayo en fase III desde la fase I o en el campo de la biología sistémica, o lo que es lo mismo: el estudio de funciones biológicas mediante modelos matemáticos.

La incorporación de Senderovitz coincidió con una reorganización interna para unir las divisiones de investigación y desarrollo temprano. El directivo de Novo Nordisk reconoce que por aquel entonces la compañía danesa había quedado atrás respecto a otras farmacéuticas, y recuerda que sus primeros años de mandato coincidieron con el surgimiento de herramientas como OpenAI o ChatGPT. La IA era una tendencia en boca de todos, pero antes de apostar por ella había que revisar algunos procesos.

“Si tus datos no son accesibles y de buena calidad, implementar la IA será, en el mejor de los casos, tirar el dinero”, sentencia Thomas Senderovitz. Novo Nordisk dispone de registros de 1.700 estudios clínicos. De estos, 1.200 pueden ser analizados. Es sobre esta materia prima que la farmacéutica está desarrollando nuevas capacidades con las que desarrollar productos de forma más eficiente.

Senderovitz es también el impulsor de un comité de ética de datos, que, según él, es de los pocos existentes en el mundo. Su objetivo es abordar cuestiones como posibles sesgos humanos en el análisis de datos con consecuencias clínicas o cuestiones relativas a un excesivo consumo de datos. Pero todo ello, concluye el directivo, sigue siendo un work in progress en una área en la que todas las compañías trabajan a oscuras.