Lorena Roldán (PP): “No hay que demonizar la colaboración público-privada”
Los partidos con opciones de gobierno exponen los programas sobre salud con los que van a concurrir a las próximas elecciones autonómicas en Cataluña, el 12 de mayo. Concluye la serie con la portavoz en la materia en el PP.
8 may 2024 - 05:00
El Partido Popular (PP) no ha sido nunca parte del ejecutivo catalán, pero esto no ha sido impedimento para que sus votos fueran determinantes en 2010, con la primera victoria de Artur Mas frente a Convergència i Unió (CiU), cuando su abstención o apoyo intermitente permitió avanzar hacia una agenda de austeridad. No muy lejos de los 18 diputados de aquella legislatura, las encuestas dan entre diez y quince escaños a esta formación, por lo que sus votos pueden ser clave para condicionar la política sanitaria.
Lorena Roldán es licenciada en Derecho por la Universidad Rovira i Virgili (URV). Ha ejercido la abogacía y ha trabajado en la administración pública local durante más de seis años, en el área de servicios jurídicos y contratación administrativa. Roldán inició su carrera política en Ciudadanos, partido por el que fue elegida concejal en Tarragona y diputada por la circunscripción homónima, hasta que en diciembre de 2020 ingresó en el PP. En la última legislatura ha sido parte de las comisiones de Salud y de Estudio de la Salud Mental y las Adicciones.
El PP defiende para Cataluña la colaboración público-privada como fórmula de descongestión del sistema público de salud y propone desgravaciones fiscales progresivas para los costes de las mutuas médicas. Certifica, así, un compromiso con la provisión privada de servicios sanitarios, siguiendo modelos como el de la Comunidad de Madrid.
Pregunta: ¿Qué balance hacen de la legislatura saliente en materia de salud?
Respuesta: Hacemos un balance negativo. Ha sido una legislatura con muchos problemas, tanto bajo la batuta de Josep Maria Argimon como de Manel Balcells. Los sindicatos tenían toda la razón del mundo al movilizarse, pues después de la pandemia, con una situación tan crítica, especialmente para la atención primaria, habría que haber tomado otro tipo de medidas. Los consejeros no han cumplido sus propias promesas y no se ha acabado con los recortes que llevamos arrastrando más de una década. Es cierto que las listas de espera han bajado, pero seguimos estando en las peores posiciones de España, con una media de 131 días frente a los cincuenta días de la Comunidad de Madrid.
P.: ¿Qué valoración hacen del acuerdo de reclasificación profesional firmado con los trabajadores sanitarios?
R.: Toda la tramitación del tercer convenio del Institut Català de la Salut (ICS) no ha estado exenta de polémica, y el resultado final tampoco satisface a todos los colectivos. Ni el colectivo de la enfermería ni los técnicos están de acuerdo con él. Habría que atender a estas reclamaciones, que están fundamentadas y nos hacemos nuestras. Hubo una intención muy clara de la Generalitat de hacer propaganda de un acuerdo que no fue el éxito que nos quieren hacer creer.
P.: ¿Qué balance hacen de la colaboración público-privada en Cataluña en materia de sanidad?
R.: Nosotros somos defensores de la colaboración público-privada en el ámbito de la sanidad, y además se ha demostrado que ha aportado grandes beneficios en un momento de alta saturación como el de la pandemia. Por tanto, creemos que el sistema pasa por ahí. Me parece muy populista que se den declaraciones en contra por parte de otras formaciones, pues el sistema público no tiene la capacidad para abordar todas las necesidades del sistema. No hay que demonizar la colaboración público-privada, y hacerlo nos parece una postura muy irresponsable. Son sistemas que tienen que confluir. Recuerdo que tenemos de las peores listas de espera de España, por lo que no nos podemos permitir prescindir de ciertos recursos porque hay algunos a los que no les gusta el modelo.
“El sistema público es incapaz de absorber la demanda”
P.: ¿Cómo valoran el hecho de que Cataluña esté por encima de la media española en lo relativo a contratación de mutuas?
R.: Me parece normal que muchas familias catalanas opten por tener mutua. Cuando alguien tiene una dolencia, todo esto comporta problemas, y no es de recibo que tengan que esperar más de cien días para una intervención. Nosotros defendemos la introducción de desgravaciones fiscales progresivas para los costes de las mutuas médicas. Hay que dar otras opciones. Y otra medida que llevamos en el programa es limitar el tiempo de espera por ley, y si los tiempos no se cumplen, que se indemnice al paciente.
P.: ¿Qué otras propuestas llevan en su programa?
R.: Hemos incluido medidas relativas a la atención a la salud mental, dirigida sobre todo a los jóvenes. Y dentro de ello, al tratamiento de los trastornos de conducta alimentaria, pues ha habido un repunte que ha dejado a familias totalmente desamparadas ante estas situaciones.
P.: ¿Creen que la Generalitat debería estimular la contratación de mutuas? ¿Habría que llegar a conciertos como los que lleva a cabo la Comunidad de Madrid? ¿Cuál es el modelo del PP en esta cuestión?
R.: Por lo menos habría que explorar la vía del concierto. Me parece ingenuo pensar que podremos superar la tensión del sistema sanitario simplemente con los recursos 100% públicos. Afirmar esto es engañar a la ciudadanía. Es un hecho que sufrimos una fuga de especialistas. Ahora mismo, el Departamento de Salud ha tenido que concentrar los servicios de pediatría por la falta de facultativos, por lo que habrá muchos municipios que no tengan a un médico de referencia. Antes, la idea era que cada centro de atención primaria tuviera un pediatra. Y todo ello porque el sistema público es incapaz de absorber la demanda. Lo que tiene que hacer el Gobierno es analizar la situación, buscar a profesionales e incentivar que estos profesionales quieran venir a Cataluña.
P.: ¿Qué factores cree que explican esta fuga de profesionales?
R.: Los profesionales sanitarios catalanes cobran por debajo de la media del conjunto de comunidades autónomas. Pero también la inseguridad jurídica y la inestabilidad política contribuye a su fuga. No solamente pasa en el área de la sanidad, también pasa en justicia o en el ámbito de la seguridad. Luego también vemos situaciones que me parecen absolutamente bochornosas, con campañas subvencionadas con dinero público que se dedican a señalar a esos profesionales sanitarios que utilizan el castellano para atender a sus pacientes, que, recordemos, es una lengua oficial en Cataluña. Tenemos hospitales referentes a nivel mundial, pero no por ello tenemos afluencia de sanitarios, pues hay un conjunto de circunstancias que son responsabilidad de la Generalitat.
P.: ¿Por qué tipo de gobernanza cree el PP que habría que apostar en Cataluña?
R.: Lo básico es tener claro cuáles son las necesidades del sistema, y con este Gobierno es difícil, pues hay mucha opacidad en los datos. La propia Sindicatura de Cuentas denunció que no se estaban dando los datos de listas de espera reales. Una vez tengamos esa foto, podremos diseñar una estrategia y un plan para ofrecer servicios más adecuados para todos los territorios. E insisto: dejando atrás prejuicios ideológicos sobre si un sistema es mejor que otro.