Conflictos, IA y estancamiento económico: los retos macro de la economía en 2024

El año 2023 se presentaba hace justo doce meses como el año de la incertidumbre y palabras como permacrisis o estanflación eran las protagonistas de los primeros análisis sobre el mundo que vendría. Un año más tarde, en 2024, las palabras de tintes catastrofistas siguen en el tablero y la geopolítica que obtuvo su gran revival tras la irrupción de la pandemia se resiste a abandonar la actualidad.

Este año, que apenas suma dos días de vida, promete ser un periodo de urnas y armas, tal y como avanza el Cidob - Barcelona Centre for International Affairs en su análisis El Mundo en 2024. Más de setenta países están llamados a votar en un entorno que los expertos del think tank vaticinan como más conflictivo y con mayor impunidad. La economía y la política pueden dar un giro de volante los próximos meses con las elecciones en Estados Unidos o la Unión Europea, además de en Taiwán, India o México.

La incertidumbre, la violencia y el inmovilismo se sitúan en un escenario económico tensionado. El Fondo Monetario Internacional (FMI) apuntó en su informe de octubre que la recuperación mundial es aún lenta, con crecientes divergencias regionales y poco margen de error para las políticas, y espera que el crecimiento se ralentice hasta el 2,9% este año, conforme el endurecimiento de las políticas empiece a surtir efecto. La cifra se sitúa muy por debajo de las de la media de la década anterior, que alcanzaba el 3,8%. Así, el 2024 promete ser un año de enfriamiento económico, con un aminoramiento de la inflación, aunque se mantendrá por encima del 2% deseado por los bancos centrales.

Desde el Cidob, apuntan a un año de resaca económica con sostenibilidad de la deuda. Parte de este entumecimiento de la actividad mundial se debe a las perspectivas económicas de la segunda mayor economía del mundo. Las últimas predicciones del FMI apuntan a un crecimiento en 2024 del 4,2%, la menor cifra en 35 años sin tener en cuenta los años impactados por la pandemia, lastrada por su fuerte dependencia al sector inmobiliario y la acumulación de la deuda. “Afectará a terceros países de forma desigual, pero también al gasto y consumo de las familias”, señaló Inés Arco, investigadora del Cidob especializada en Asia Oriental.   

China se prepara para su menor crecimiento económico en 35 años

En España, también se prevé que la economía desacelere, registrando un crecimiento del 1,7% en 2024. A pesar de la pérdida de ritmo, la economía española continuará creciendo por encima de la media europea, según los últimos pronósticos del FMI. Sin embargo, el país continuará con los peores datos de desempleo de la zona euro, a pesar de recortarse del 11,8% al 11,3%.

“En ausencia de perturbaciones externas, podríamos haber esperado un ritmo de crecimiento cercano al 2,5% gracias, en parte, al apoyo de los fondos europeos”, han apuntado en su análisis sobre perspectivas para 2024 los analistas de CaixaBank Research. La subida de tipos de interés, la inflación y el bajo crecimiento económico para la eurozona son los tres factores que el centro de investigación señala como más dañinos para la economía española el próximo año.

Además de un año de armas, urnas y desaceleración económica, 2024 promete ser (aún más) el año de la inteligencia artificial (IA). El diccionario británico Collins la ha señalado como palabra del año tras ganarle la batalla a conceptos económicos como greedflation (el uso de la inflación como excusa para subir los precios) o debanking (el acto de privar a una persona de facilidades bancarias) y otros sociales como nepobaby o deinfluencing.

Desde el Cidob subrayan que será un año “fundamental para la regulación de la IA”. La Unión Europea ha sido la primera en atreverse con una ley integral sobre la IA y las decisiones de los próximos años pueden marcar el desarrollo de la tecnología y su uso para las empresas. En septiembre de este año, tendrá lugar la Cumbre del Futuro organizada por Naciones Unidas, donde se presentará el Pacto Digital Mundial.

Junto con nuevos retos llegan también viejos fantasmas y la posibilidad de otra crisis en la cadena de suministro volvió a aparecer a finales de 2023 con el conflicto en el Mar Rojo. Por ahora, los operadores MSC, Maersk, CMA y Hapag-Lloyd ha suspendido sus rutas por la zona tras la escalada de los ataques de las milicias hutíes de Yemen, aliados de Hamás, a raíz de la guerra en Gaza. Las navieras, que copan el 40% de la cuota de mercado global, no pasarán entonces por el Canal de Suez, sino que desviarán la ruta por el Cabo de Buena Esperanza, alargando sus rutas cuatro días más y aumentando así el precio del transporte de mercancías.