Grifols recompone su consejo y nombra consejeros a Pascal Ravery y Paul S. Herendeen

Grifols reordena su consejo de administración. La compañía catalana de hemoderivados ha acordado por unanimidad nombrar a Pascal Ravery y a Paul S. Herendeen como nuevos miembros de la dirección mediante el procedimiento de cooptación, cubriendo así las dos vacantes existentes.

Ravery ostentará la categoría de consejero independiente, mientras que Herendeen la de consejero dominical. La compañía está pendiente de recibir la carta de aceptación de Paul S. Herendeen para que su nombramiento sea efectivo.

En el contexto, marcado por la retirada de Brookfield de la potencial oferta sobre la compañía, Mason Capital exigió recientemente en una carta a Grifols incorporar a Herendeen a su consejo de administración como consejero independiente, siendo designado por el grupo de accionistas minoritarios formado por Flat Footed, Mason Capital y Sachem Head Capital Management, que poseen una participación conjunta que representa el 7,72% de las acciones de tipo A de la firma catalana.

Con estos dos nuevos nombramientos, Grifols llenaría las dos vacantes que tenía hasta la fecha en su consejo de administración y que Mason Capital presionaba por cubrir.

Grifols había respaldado al consejero Tomás Dagá, aunque contaba con la negativa de Mason Capital

Ravery, que cuenta con una trayectoria de treinta años en Goldman Sachs y JPMorgan, adquirió una amplia experiencia en finanzas corporativas y banca de inversión. Tras dejar la banca de inversión, fundó su propia firma de consultoría, Lakeside Capital Advisors, de la cual es actualmente consejero delegado.

Por su parte, Herendeen es licenciado en Boston College y obtuvo su MBA en la Darden School of Business de la Universidad de Virginia. Es el presidente de Endo y miembro del consejo de administración de Elanco Animal Health.

La semana pasada, Grifols había respaldado a su consejero Tomás Dagá ante el plan del fondo Mason Capital de renovar el consejo de administración. Kenneth M. Garschina, fundador del fondo se había referido a Dagá como el “veterano director y viejo amigo de la familia fundadora”, al que acusó de “conflicto de intereses y de actuar en el consejo como apoderado de la familia, propietaria de un tercio de la empresa”.

Por su lado, Grifols apuntaba que Dagá había contribuido “decisivamente a convertir a Grifols en la compañía global que es hoy, con unas ventas previstas de 7.000 millones de euros en 2024”.