Marcos Guerra (Pëtri): “España obtiene un cinco raspado en digitalización sanitaria”

Marcos Guerra es socio director de Pëtri, consultora de salud especializada en estrategia, innovación y transformación en el sector. Guerra es, además, ex responsable de consultoría de sanidad en Deloitte. El experto opina que España no cuenta con un ecosistema fuerte de registro de datos ni se explotan lo suficiente para avanzar en materia tecnológica. “Lo importante es construir qué debemos evaluar y tener claro qué es valor”, señala Guerra.

Pregunta: Palabras como big data, machine learning o inteligencia artificial (IA) se repiten constantemente en el sector, pero ¿realmente España aprueba en digitalización sanitaria?

Respuesta: En los últimos dos años, los términos tecnología y disruptiva han estado en la boca de muchos agentes del sector de la salud. El problema es la capilaridad, el hecho de que la tecnología no llega como tiene que llegar a los profesionales sanitarios porque adolecen de conocimientos suficientes. España tiene un problema de adopción de esa tecnología, es un tema cultural. Es cierto que el Covid-19 ha abierto un poco más las mentes y que va a llegar nueva inversión con el Perte, pero cuando hablas con un clínico no tiene evidencia real de para qué le va a servir cierta tecnología en su día a día. Los procesos van lentos y España obtiene un cinco raspado en digitalización sanitaria. Se necesitan más que proyectos piloto, convertir ideas en iniciativas escalables.

P.: ¿Falta educación en tecnología sanitaria?

R.: Falta conocimiento. Si no conoces la aportación de una tecnología, es complicado que la adoptes. Ese conocimiento debe llegar a más profesionales que el gerente o el encargado de planificación de procesos, debe alcanzar a la base de la organización. La tecnología tiene que servir para paliar gaps; falta cultura de trabajo en red.

P.: ¿Digitalización en sanidad es hoy una etiqueta más que un hecho real?

R.: En este momento, sí. La digitalización es más un desiderátum que una realidad porque no se está escalando por igual en todos los sistemas de salud. Existen algunas experiencias, pero no hay implantación o alcance global. Incluso hay organizaciones que plantean volver a modelos pre Covid-19, sin pensar que el perfil del paciente está cambiando, que existe una mayor demanda digital.

“La digitalización es más un desiderátum que una realidad porque no se está escalando por igual en todos los sistemas de salud”

P.: ¿Es posible volver a modelo pre Covid-19?

R.: Va a depender de la presión asistencial de la ciudadanía. No obstante, el día a día del profesional es otro, con presión en urgencias y en atención primaria, con poco tiempo para testar nuevas tecnologías. No llegaremos a modelos prepandemia, pero los cambios se producirán de forma muy lenta. Aprovechemos el momento dulce que atraviesa el sector salud, con más alineamiento entre distintos actores.

P.: ¿Cómo se mide el impacto de la salud digital y su eficiencia? ¿Faltan indicadores?

R.: Vivimos en una sociedad que evalúa poco, adolecemos de sistemas de evaluación, y más cuando la financiación no está basada en el valor y sí en la actividad. No gozamos de un ecosistema fuerte de registro de datos ni se explotan lo suficiente. Lo importante es construir qué debemos evaluar y tener claro qué es valor.

P.: ¿Hacerlo bien en el entorno digital es una cuestión de dinero e inversión?

R.: Inversión y conocimiento o formación tienen que ir de la mano. La transformación sola no es suficiente. Pero debe sacarse rédito de ambos aspectos.

“El día a día del profesional es otro, con presión en urgencias y en atención primaria, con poco tiempo para testar nuevas tecnologías”

P.: ¿Los sistemas sanitarios son capaces de virar hacia la prevención en detrimento de la curación?

R.: La tendencia va por aquí. La sanidad en la que podamos anticiparnos llegará, pero no a corto plazo. Solo se podrá hacer teniendo la información integrada, con datos y más datos.

P.: La sanidad del futuro será…

R.: La propia sociedad impulsará qué tipo de sanidad quiere. Esta será de más proximidad, saldremos de un modelo hospitalocentrista. La sanidad será mucho más híbrida, no totalmente digital, pero se utilizarán cada vez más el Internet of Medical Things (IoMT) sobre todo para diagnósticos tempranos o precoces.