David Fayos (Cannabity): “España está perdiendo la oportunidad de ser el centro de cultivo de Europa”
El consejero delegado de la distribuidora de productos con CBD reivindica el potencial del cannabis como producto explotable en el sector de la salud.
2 ene 2020 - 04:54
David Fayos es el consejero delegado de Cannabity Healthcare. Decidió entrar en el negocio del cáñamo medicinal hace cuatro años, después de tener un problema importante en la espalda. Según afirma el ejecutivo, el éxito de su tratamiento lo llevó a fundar la compañía, que distribuye productos con el principio activo del cannabis. La empresa tiene previsto ampliar capital en un millón de euros en 2020 a través de una nueva ronda de financiación. Fayos, con 15 años de experiencia en el mundo del márketing, se lanza ahora a conquistar un mercado que puede mover hasta 30.000 millones de euros en 2025.
Pregunta: ¿Por qué invertir en el cannabis medicinal?
Respuesta: Es un mercado de 2.000 millones de euros, pero las métricas dicen que se va a multiplicar por 25. En 2025 podría llegar a ser un mercado de 25.000 o 30.000 millones, según Arcview o Prohibition Partners. Está todo por hacer. Hay muy pocos sectores hoy en día donde tengas un abanico de acción tan amplio. Si hablamos estrictamente de salud, solo el CBD se podría indicar para más de 200 dolencias, desde mentales como ansiedad, insomnio, estrés o incluso migrañas, hasta dolores crónicos o deportivos, fibromialgia, eccemas, psoriasis, acné, etc. Y ayuda a combatir el cáncer y a que los efectos secundarios de la quimioterapia sean mucho más bajos. Solo en España hay 50 millones de afecciones activas en los ciudadanos que podrían ser tratadas con cáñamo.
P.: ¿Qué necesita el sector para crecer?
R.: Básicamente dos cosas: que a escala europea se termine regulando como es debido y un cambio cultural. Ahora hay una ley europea que está por salir donde se regulará el CBD como Novel Food. Se trata de una condición de alimentos de nueva categoría que no existían antes de 1997. Pero esto es un movimiento que puede perjudicar al sector, porque los costes para obtener una licencia de distribución de Nobel Food son muy elevados. Con lo cual, la mayoría del sector que hay ahora natural, no podría asumir estos costes y todo quedaría en cuatro barcas. Por otro lado, se debe cambiar el estigma que hay en países como España, donde se considera que el cannabis es una droga peligrosa.
P.: ¿Los grandes laboratorios están interesados en el producto?
R.: Sí, ya se están empezando a posicionar. Algunas farmacéuticas españolas ya han invertido. Por ejemplo, Uriach, hace un mes, sacó la crema Cannabix. Es una prueba para poner un pie en el mercado y ver cómo funciona.
"Es triste ver cómo los portugueses nos están adelantando. Los vecinos están dando licencias de cultivo"
P.: ¿Cómo se encuentra el sector en España?
R.: Fatal. De momento, los que abastecen al mercado europeo son los países de Europa del Este, con cultivos que no valen nada. España está perdiendo la oportunidad de ser un centro de cultivo que abasteciese a toda Europa y, además, crear muchos puestos de trabajo. Es triste ver cómo los portugueses nos están adelantando. Los vecinos están dando licencias de cultivo, y las multinacionales canadienses como Aurora o Canopy Growth están comprando campos y cultivando para exportar a Canadá. Mientras, aquí lo estamos mirando.
P.: ¿Se han concedido licencias en España?
R.: Aquí solo tienen licencia cuatro o cinco empresas como Alcaliber, de Juan Abelló. Otras licencias que están dadas son para cáñamo industrial, usado para tejidos o celulosa. Casi no se conceden licencias en España, aunque haya un montón de peticiones. Hay mucha gente que está cultivando cáñamo industrial con todas las licencias y requisitos, y cuando quieren hacer el salto al cánnabis medicinal no les dejan. El principal freno a la concesión de licencias es la Agencia Española del Medicamento.
P.: ¿A quién perjudica una regulación más permisiva?
R.: A los laboratorios y a la administración. El ingreso en España del IVA derivado de la venta de medicamentos está entre 4.000 y 5.000 millones de euros. Y si tomando cannabis se puede reducir el consumo de pastillas en un 95%, los ingresos bajarían. La llegada del cánnabis natural provocaría que baje la parte de negocio directa del laboratorio y por ende la parte de impuestos directos derivados de las ventas de los medicamentos. Yo hoy puedo comprar una semilla que me dé el tanto por ciento de THC y CBD que mi dolencia requiera y me cuesta 8 euros. Me la planto en casa, me da entre unos 300 y 500 gramos de producto, lo infusiono y tengo medicina para un año. Llevado a este extremo, te puedes cargar el sector.