Aline Gómez-Acebo (Eniax): “En salud, la regulación no ha ido de la mano de la digitalización”

La digitalización del sector de la salud avanza muy rápido y la regulación no ha podido adaptarse a los cambios. Así opina Aline Gómez-Acebo, consejera delegada de Eniax, que también sostiene que la falta de inversión no es un problema para el sector, sino que hace falta más confianza en la telesalud. Eniax es una compañía de origen chileno que utiliza inteligencia artificial (IA) para mejorar el ausentismo en entornos médicos y hospitalarios. La empresa desembarco en España en enero.

Pregunta: ¿El “fin de la pandemia” puede suponer un frenazo para las empresas de salud digital?

Respuesta: No será un frenazo. Lo que pasa es que el Covid-19 ha cambiado los hábitos de los usuarios en muchos sentidos y el sector de la salud no ha sido una excepción. Si la gestión de la demanda antes ya era importante, ahora es vital. Cada vez hay más interés por la telemedicina por parte de los usuarios y la gente se ha acostumbrado a no ir a los centros médicos si no es necesario.

P.: ¿La gran cantidad de datos que se manejan hoy en día puede ser un obstáculo para las empresas del sector?

R.: Respecto a la gestión de datos hay una regulación muy estricta, lo que evita un uso fraudulento. En el caso de las empresas de telemedicina pura, los datos tienen que pasar por una serie de filtros que sí que pueden llegar a suponer un obstáculo. Cuando se digitalizó toda la base de datos de historias clínicas, el miedo era llevarlo a la nube, pero esta puede ser más segura que un servidor físico.

P.: ¿España se ha acercado al nivel de los mejores países en materia de telesalud?

R.: En salud, España siempre ha sido un referente en Europa, y en cuanto a prestación ha sido uno de los mejores del mundo. Respecto a la digitalización, el país se ha sabido adaptar rápido y la oferta se ha potenciado. Antes de la pandemia, el usuario tenía unos hábitos culturales que lo hacían más reacio a la telesalud, pero entonces las empresas ya estaban preparadas. De hecho, algunas administraciones, como es el caso de la Comunidad de Madrid, ya habían dado pasos en este sentido.

“Inversión no falta, lo que se echa de menos es la confianza y el trabajo”

P.: ¿La legislación es un freno para el sector?

R.: La regulación nunca es una ayuda y siempre es una barrera, aunque en algunos casos es necesaria. El planteamiento es, ¿si algo es válido offline, por qué no lo es online? Las empresas o la administración tienen esta barrera. Esta bien llamar a un paciente para confirmar una cita, pero cuando se hace por WhatsApp ya se ponen trabas. En salud, la regulación no ha ido de la mano de la digitalización y, como consecuencia, de la prestación.

P.: Para el paciente, ¿los tratamientos online siempre dan un mejor seguimiento?

R.: Es una opción más accesible, ya que la base de todo es dar cuantas más opciones al usuario, mejor. Hay muchos pacientes en rangos de edad altos que prefieren el contacto virtual o digital. Si a una persona mayor a quien le cuesta moverse le das la opción de telemedicina, la va a elegir.

P.: ¿De qué forma se puede atraer más financiación al sector de la telesalud?

R: Inversión no falta, lo que se echa de menos es la confianza y el trabajo. Este último es lo que te da el volumen y lo que incrementa tu optimización. Por otro lado, de lo que viven las empresas es de la facturación, no de la financiación.

“Gran parte de la salud ya se puede hacer de manera digital”

P.: ¿Hasta dónde se puede aplicar el metaverso en salud?

R.: En este caso, la inversión va a ser necesaria porque aquí entran en juego una serie de tecnologías muy concretas como los hologramas y la realidad virtual. Esto está ahí, pero se tiene que ver hasta qué punto puede aplicarse. Para ello necesitamos pruebas e inversión.

P.: ¿El metaverso puede plagiar la salud real?

R.: El metaverso pude casi plagiar la salud real. Se dispone de la experiencia del profesional y de la posibilidad de analizar prácticamente a tiempo real lo que sucede. Con el metaverso se puede llegar a una gran parte de la salud porque, aunque sea difícil de entender, gran parte de la salud ya se puede hacer de manera digital.