El ‘farma’ toma impulso: la inversión farmacéutica en I+D crece un 4,5% en 2023
En el último año, el sector ha destinado 145.500 millones de dólares en innovación y desarrollo de nuevos medicamentos, según desprende el último informe de rendimiento de la innovación farmacéutica elaborado por Deloitte.
7 may 2024 - 05:00
Más innovación para la industria farmacéutica. En el último año, el gasto en investigación y desarrollo (I+D) del sector fue de 145.500 millones de dólares, un 4,5% más que lo destinado para lanzar nuevos fármacos en 2022, de acuerdo con el último informe de rendimiento de innovación farmacéutica elaborado por Deloitte. En este documento se analiza un total de veinte empresas del sector, y este año ha entrevistado a diez líderes en I+D.
Según el informe, el incremento del gasto en el I+D se puede atribuir a factores como pruebas más complejas, cambios regulatorios o simplemente el impacto de la inflación. Para mejorar la productividad del sector, el documento fomenta la implementación de ensayos clínicos más flexibles y adaptables.
En paralelo al aumento en el gasto, en 2023, el coste medio en I+D para hacer avanzar un activo desde su descubrimiento hasta el lanzamiento se mantuvo estable frente al año anterior, hasta una media de 2.284 millones de dólares por activo. El estancamiento se debe a un mayor número de activos en cartera este año, debido al aumento del alcance de los activos.
El documento también hace hincapié en los grandes desafíos a los que se enfrenta el modelo de I+D biofarmacéutico, que van desde cambios regulatorios, el ritmo acelerado en los avances científicos y tecnológicos y la pérdida de exclusividad en activos de alto valor. Frente a este panorama, la inteligencia artificial (IA) presenta nuevas oportunidades para mejorar la productividad del I+D, acelerando el acceso de los pacientes a nuevas terapias.
El gasto en I+D ha sido mayor en sectores como las enfermedades raras o la oncología
Los avances en IA, incluida la IA generativa, pueden permitir a las empresas desmitificar la biología de enfermedades complejas, acelerar el descubrimiento de fármacos, reducir los plazos de los estudios, revitalizar la experiencia de los ensayos clínicos y mejorar el éxito regulatorio. En definitiva, el potencial de la IA podría ser la clave para mejorar los desafíos de productividad internos y externos de big data en toda la industria de I+D biofarmacéutica.
Deloitte ya ha señalado en otros informes que tecnologías digitales, herramientas de automatización y soluciones basadas en la experiencia del paciente pueden reducir la necesidad de actividades manuales del sector, dando como resultado un ahorro en tiempo y costes.
Con todo, la industria biofarmacéutica está al borde de una disrupción a gran escala, impulsada por datos, avances en IA, análisis y la atención centrada en el paciente. El gasto en I+D se eleva en ciertas áreas del sector como la oncología y las enfermedades raras. En el último año, el 39% de los encuestados por el informe aseguró centrar su inversión en I+D en oncología, mientras que un tercio de los encuestados lo hizo para enfermades raras.
Sin embargo, se prevé un giro en la inversión a futuro. Para transformar la productividad de I+D se requiere que las empresas modifiquen su forma de trabajar, así como sus asociaciones y colaboraciones, concluye el estudio.