La patronal farmacéutica rechaza reducir la jornada laboral anticipando un aumento de costes
En boca de su presidente, Luis de Palacio, exigen al gobierno que les tenga en cuenta, a ellos y a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (Ceoe), para mantener margen de negociación con sus trabajadores.
21 feb 2024 - 16:05
El presidente de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (Fefe), Luis de Palacio, ha rechazado la reducción de la jornada laboral propuesta por la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, porque, sostiene, “supone un aumento de costes”.
“Las farmacias deben cumplir con sus horarios con independencia de la jornada que marque el Gobierno, con lo cual, una reducción de la jornada supone inmediatamente un aumento de costes, sólo para cumplir con el horario”, ha afirmado, con ocasión del II Simposio de Fefe.
El mencionado simposio es el foro que reúne a los asesores jurídicos-laborales para la negociación del próximo convenio sectorial y a los representantes territoriales de la citada federación. Se celebró el pasado martes en la sede de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (Ceoe).
Fefe recuerda al gobierno que las farmacias tienen que cumplir con unos horarios mínimos impuestos por ley
“Sabemos que el Gobierno está preparando una modificación sustancial de la jornada en el Estatuto de los Trabajadores, y esto nos preocupa que se haga a espaldas de la Ceoe, como se hizo con el salario mínimo interprofesional, porque entonces la negociación colectiva del sector se vería seriamente afectada”, ha apostillado Palacio, para agregar que el colectivo no tendría "margen para la negociación".
Por ello, han pedido al Gobierno que “se respete la interlocución social en el ámbito nacional y sectorial” y que se cuente con todos los interlocutores, tanto con Ceoe como con los sindicatos, y que “no se impongan medidas que lesionen el tejido empresarial y el empleo”.
De Palacio ha recordado que las farmacias “tienen unos horarios mínimos impuestos por ley” y ha recalcado que si se reduce la jornada y se aumentan los costes, se perjudica al servicio y a los pacientes, porque “la farmacia tiene que sobrevivir”.