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2018, el año en que Almirall acarició el Ibex35

La compañía deja atrás el annus horribilis de 2017, recupera la rentabilidad y se revaloriza un 57% desde enero, a pesar del correctivo en bolsa de las últimas semanas.

C. De Angelis

28 dic 2018 - 05:00

2018, el año en que Almirall acarició el Ibex35

 

Almirall cierra un año positivo. La farmacéutica española, controlada por la familia Gallardo, salda 2018 con un regreso a la rentabilidad y una evolución positiva en bolsa, que le permitió incluso acariciar su entrada en el Ibex35, pero que se ha torcido en las últimas semanas del ejercicio.

 

Hace justo un año, Almirall cerraba un ejercicio con abultadas pérdidas, que le llevaron a realizar en octubre de 2017 un relevo en su cúpula directiva: Eduardo Sanchiz, anterior consejero delegado del grupo, dio el relevo a Peter Guenter, ejecutivo con larga trayectoria en Novartis.

 

Antes de ello, el grupo ya había anunciado en julio una revisión a la baja de sus previsiones, lo que le conllevó un severo correctivo en el parqué del que no se recuperó en toda la segunda mitad del año. La mala evolución de su negocio en Estados Unidos, en particular por el impacto de hasta 80 millones por Aqua Pharmaceuticals, que adquirió en 2013, y por la salida al mercado de una versión genérica de su fármaco Acticlate, terminó por estropear el ejercicio 2017 de Almirall.

 

En febrero de este año, la compañía hizo públicos los datos definitivos de se annus horribilis: pérdidas de 304 millones de euros (el peor resultado desde que cotiza) y facturación a la baja, con un descenso del 16,4%, hasta 639 millones de euros.

 

 

 

 

Sin embargo, a partir de entonces los vientos han soplado a favor de la empresa catalana. En mayo, Almirall hizo públicos sus resultados del primer trimestre de 2018, que saldó con un beneficio de 30,9 millones de euros, un 57,1% más, y una facturación de 202 millones de euros, un 4% menos que en el mismo periodo del año anterior.

 

Los resultados del primer semestre fueron aún mejores: los ingresos revertieron la tendencia con un crecimiento del 5%, hasta 398 millones de euros, y el beneficio neto llegó a 52 millones de euros, frente a las pérdidas de más de 70 millones de euros del mismo periodo de 2017.

 

 

 

 

Almirall llegó a 514 millones de euros de facturación en el acumulado de los nueve primeros meses del año, lo que supone un incremento del 5,3% respecto al mismo periodo del año anterior. El beneficio neto ascendió a 93,2 millones de euros, frente a las pérdidas de casi cien millones de euros del mismo periodo de 2017.

 

Compra de la dermatología de Allergan

Enfocada en tratamientos dermatológicos, Almirall anunció en septiembre la culminación de la compra de la cartera de dermatología de Allergan por un total de 550 millones de dólares (cerca de 483 millones de euros) en efectivo, junto a otros 100 millones de dólares (88 millones de euros) si se cumplen determinados hitos de ventas. El paquete adquirido incluye los fármcmos Aczone, Tazorac, Azelex, Cordran Tape y SeysaraTM.

 

 

 

 

Por otro lado, al apostar por este tipo de tratamientos contra el Acne, Almirall planea retirarse del negocio de la medicina estética, en el que se introdujo en 2016 con la compra de ThermiGen y en 2017 con Symatese.

 

La actual división de estética, con una contribución moderada el negocio de la compañía, se ha señalado como no estratégica: Almirall prevé salir del capital de ThermiGen en el primer semestre de 2019.

 

El encadenamiento de resultados positivos y movimientos corporativos permitió a Almirall lograr la confianza de los inversores, que impulsaron su valor en bolsa hasta máximos de 17,80 euros por título (cota alcanzada a primeros de octubre), desde los 8,20 euros por acción con los que cerró 2017.

 

No obstante, el anuncio realizado a primeros de diciembre, cuando Almirall dijo que refinanciará un crédito puente de 400 millones de euros (destinado precisamente a la compra de la división de dermatología de Allergan) con una emisión de deuda convertible de 250 millones de euros y un nuevo préstamo sindicado de 150 millones, le ha valido otra devaluación,

 

 

 

 

Ante la amenaza de que esta emisión pueda convertirse en acciones del grupo (diluyendo a los actuales accionistas), las acciones del grupo han caído de forma continuada en diciembre, hasta los 12,92 con que cerró ayer en bolsa.

 

Gracias a la buena salud de los títulos de Almirall en el parqué, la compañía pudo haber entrado este año en el Ibex35, el selectivo de referencia de la bolsa española. El comité asesor técnico del selectivo valoró a principios de diciembre la inclusión de Almirall en sustitución de Día, pero finalmente se decantó por Ence Energía y Celulosa.