Eduardo Pastor (Cofares): “La venta online de fármacos abriría la puerta a falsificaciones”
El presidente de Cofares sostiene que la distribución farmacéutica ha sido uno de los sectores que mejor ha funcionado durante la pandemia, a pesar de afrontar picos distintos de demanda.
6 jul 2022 - 04:46
El insight ‘Right time, right place’: claves de la logística en salud analiza cómo se articula un sector clave para la población, con operadores muy especializados, con productos que se tienen que entregar just in time¸ cómo evoluciona tecnológicamente el negocio y los grandes retos y amenazas que tiene por delante.
La distribución farmacéutica es un sector vital y debe estar en manos de operadores especializados y regulados. Esta es la tesis de Eduardo Pastor, presidente de Cofares. Pastor cree que la venta online de medicamentos abre la puerta a falsificaciones y no da suficientes garantías al consumidor. Además, el presidente de la cooperativa de distribución de fármacos opina que el mercado tenderá a una mayor concentración “con mayores servicios a costes más bajos, con tres o cuatro operadores”.
Pregunta: ¿Cómo valora la situación del sector de la distribución farmacéutica tras el impacto de la pandemia?
Respuesta: Durante la pandemia, la distribución farmacéutica ha sido uno de los sectores que ha funcionado de forma más milimétrica. Este periodo ha supuesto una prueba de estrés muy importante, ya que hubo picos de demanda de más del 30%. Además, la demanda se produjo en productos a los que el mercado no estaba acostumbrado, como sucedió en el caso de las mascarillas, donde se pasó de distribuir 30.000 unidades al año a tres millones diarias.
P.: ¿El sector ha salido reforzado tras el Covid-19?
R.: La distribución farmacéutica ahora es más fuerte porque la sociedad se ha percatado de que el sector llegaba con los deberes hechos. Por sus particularidades geográficas, España tiene de amplias regiones que disponen de poca población. La farmacia y la distribución farmacéutica, gracias a su capilaridad, han sido capaces de llegar a todos los ciudadanos del país y esto mejora su imagen.
P.: ¿Cofares reforzará su distribución hospitalaria?
R.: No es la actividad prioritaria del grupo, aunque dispone de una empresa anexa que lleva productos a los hospitales, tanto públicos como privados. Es una actividad alternativa a la actividad central de Cofares que no sólo dispensa medicamentos, sino también entrega materiales para los centros hospitalarios. Un ejemplo de ello es toda la logística que implica la distribución de la vacuna de la gripe.
“La sociedad se ha percatado que el sector llegaba con los deberes hechos”
P.: ¿Qué dificultades ha afrontado la distribución durante la pandemia?
R.: El primer escollo fue la propia adquisición del producto, entrando en los mercados con una guerra mercantil de por medio para conseguir y certificar esos bienes. En este sentido, y no se ha hablado suficiente de ello, hubo un gran esfuerzo para que los productos tuvieran la homologación. Además, la escasez hizo que los precios se dispararan, por lo que diversos intermediarios y empresas empezaron a fabricar sus propias mascarillas. Esto ha ayudado a abrir los ojos en Europa, no se debe depender tanto de mercados orientales.
P.: ¿Qué obstáculos tendrá que afrontar a partir de ahora?
R.: Ahora, como en todos los sectores, la distribución farmacéutica afronta el aumento de los precios de los combustibles fósiles y también el incremento en el precio de la electricidad. Cofares se basa en un modelo cooperativo, que reinvierte los beneficios y los recursos se destinan a la apertura de nuevos almacenes y ampliarlos. El objetivo es tener stock a pie de farmacia, para que cuando haya tensiones internacionales se pueda responder con celeridad.
P.: ¿El actual modelo de farmacia y distribución está preparado para hacer frente a futuras pandemias o tensiones en la cadena de suministro?
R.: En general sí y se ha demostrado. Aunque la distribución farmacéutica en España está demasiado atomizada y existen demasiados centros que pueden distribuir medicamentos, lo que desemboca a unos costes de reparto muy altos. A medida que pase el tiempo, el mercado tenderá a una mayor concentración con mayores servicios a costes más bajos, con tres o cuatro operadores.
“En el caso de las mascarillas se pasó de distribuir 30.000 unidades al año a tres millones diarias”
P.: ¿Es necesaria más implicación de las farmacias con la distribución?
R.: No, en principio no. La farmacia en general debe estar muy satisfecha con el nivel de la distribución, ya que, de media, llegan pedidos a estos centros 2,7 veces al día. Pocos sectores son capaces de hacer esto.
P.: ¿Cómo ha cambiado el ecommerce las reglas del juego?
R.: Aquí hay un punto importante y es que el medicamento no es un bien de consumo, por lo que la venta online abriría la puerta las falsificaciones. Un fármaco debe cumplir unas reglas sanitarias, por lo que no puede estar fuera del canal. En parafarmacia es diferente y el sector de la distribución tiene que estar ahí dentro, luchando con las mismas armas que el resto.
P.: ¿La distribución debe desempeñar un papel en el home delivery?
R.: Durante la pandemia, la oficina de farmacia ha desarrollado la labor de acercar los medicamentos en casa, pero eso no es home delivery, es un servicio añadido de la farmacia para pacientes con movilidad reducida. Cualquier otro camino equivaldría a romper la cadena de custodia y pondría en jaque la seguridad de los pacientes.
P.: ¿Por lo tanto, no tiene cabida un Uber, Glovo o Amazon en todo esto?
R.: Estas empresas no garantizan las buenas prácticas ni cumplirían que el transporte sea el adecuado. El consumidor no sabría de donde saldrían los fármacos o donde habrían estado almacenados. La venta online de fármacos abriría la puerta a falsificaciones y no daría suficientes garantías.