Salud digital: una oportunidad de captación del 70% para hospitales y 30% para mutuas

Desde hace tiempo, los sistemas de salud de todo el mundo se están apoyando en la innovación tecnológica para mejorar la atención sanitaria. El último informe de McKinsey Scaling national e-health: best practices from around the world, analiza cómo se están adoptando estas soluciones para mejorar la sanidad nacional en diferentes partes del mundo. En concreto, el documento apunta que el valor potencial de utilizar tecnologías de atención médica digital en catorce países equivale al 8% o 12% del gasto total en atención médica dentro de cada país.

De este valor estimado que publica la consultora, alrededor del 70% podrían ser captados por hospitales y profesionales sanitarios, mientras que el 30% restante podría ser una oportunidad para aseguradoras de salud. Configuración, ampliación y mejora de beneficios son algunas de las acciones estratégicas que deberían implementarse para que se genere este escenario.

La adopción de prácticas de salud digital requiere un enfoque multifacético que incluya integración de datos, incentivos para profesionales de la salud, diseño centrado en el usuario, modelos de negocio sostenibles, capacidad de gestión del cambio y un riguroso monitoreo y evaluación del panorama.

Algunos países africanos están siendo ejemplo de ello. En el caso de Nigeria, la plataforma mDoc ha establecido un modelo de negocio robusto con dos fuentes de ingresos: una orientada a las tarifas de servicio pagadas por organizaciones de mantenimiento de salud y empleadores, y otra basada en suscripciones mensuales de los usuarios. Este enfoque asegura la viabilidad a largo plazo, más allá de la dependencia de fondos de donantes​, dando como resultado sostenibilidad financiera, un desafío crítico para las soluciones de salud digital.

La salud digital necesita de un modelo centrado en el usuario, sostenible, con integración de datos e incentivos a los profesionales

La efectividad y escalabilidad de las soluciones digitales dependen en gran medida de la capacidad de los usuarios para manejarlas. El informe ejemplifica esto con el caso de Burkina Faso, que ha transferido conocimientos sobre la plataforma CommCare, permitiendo a las organizaciones locales gestionar la solución de manera autónoma. Este proceso de capacitación y gestión del cambio es crucial para la adopción a gran escala.

El diseño centrado en el usuario es otro componente crítico. En países como Uganda y Kenia, organizaciones como Living Goods y Medic diseñaron aplicaciones digitales de salud después de realizar investigaciones de campo para entender mejor los flujos de trabajo y las necesidades de los usuarios finales. Este enfoque no solo asegura una alta adopción, sino que también mejora la experiencia del usuario, haciendo que las soluciones digitales sean más intuitivas y accesibles​.

En el caso del mercado europeo, países como Dinamarca también están implementando prácticas para mejorar la salud digital. El país nórdico ha sabido resolver bien la integración y la interoperabilidad de los sistemas de salud al contar con un portal nacional de salud, que consolida automáticamente los datos de los pacientes, incluyendo su historial médico y prescripciones. Esta plataforma, que es obligatoria para todos los profesionales de la salud, asegura un alto grado de transparencia y seguridad, permitiendo a los pacientes acceder a un registro de todas las solicitudes de datos realizadas por los profesionales de salud autorizados​.

Utilizar diferentes tecnologías para la salud nacional representa entre el 8% y el 12% del gasto médico de un país

Dinamarca también es ejemplo de la retribución que reciben los profesionales al utilizar herramientas digitales a favor de la salud. Los médicos del país reciben un bono anual para invertir en soluciones de salud digital y disfrutan de reembolsos más rápidos si están conectados a la infraestructura de salud nacional. Esta combinación de incentivos económicos y mandatos legales logró una adopción del 100% del sistema de registros electrónicos de salud.

Finalmente, el monitoreo y la evaluación son cruciales para adaptar las soluciones a las necesidades cambiantes y para construir relaciones de confianza con los usuarios y gobiernos. Las evaluaciones rápidas y continuas permiten ajustar y mejorar las plataformas digitales, asegurando que sigan siendo relevantes y efectivas.