2022, el año en que Werfen hizo frente a la incertidumbre económica con su compra millonaria

Una de las grandes protagonistas en el sector de diagnóstico nacional en 2022 es la compañía catalana Werfen. Realmente, en los últimos años el grupo se ha mostrado muy atento al mercado esperando una oportunidad para acelerar su crecimiento. Pero la gran oportunidad no se consumó hasta la recta final del año. Werfen, compañía controlada por la familia Rubiralta, llegó a un acuerdo el pasado noviembre para comprar la estadounidense Immucor por casi 2.000 millones de dólares (2.024 millones de euros) en la que se convierte en la mayor adquisición de su historia y en una de las grandes operaciones corporativas de una empresa española de los últimos doce meses.

Immucor es una compañía con sede en Norcross, en el estado norteamericano de Georgia. Hasta la entrada de Werfen, la empresa era propiedad de TPG, una gestora de fondos californiana que cuenta con una cartera de activos por valor de 127.000 millones de dólares. La compañía está especializada en diagnóstico in vitro de transfusiones y trasplantes, dos negocios en los que el player de origen catalán no tiene presencia.

Un grupo más fuerte

Con la adquisición, Werfen gana tamaño de forma inmediata y prevé sinergias para exportar esta tecnología en otros mercados. Inmucor obtuvo una facturación de 363 millones de dólares en 2021 y un resultado bruto de explotación (ebitda) de 96 millones de dólares. En total, el operador cuenta con mil empleados.

La multinacional catalana espera cerrar la operación en el primer semestre de 2023, una vez se obtengan todos los permisos regulatorios. Werfen ha sido asesorada por Barclays, Deloitte y Milbank. Los vendedores e Immucor han sido asesorados por Evercore y Ropes&Gray.

La adquisición se financia con una combinación de efectivo disponible y deuda bancaria. La operación ha sido coordinada por BNP Paribas junto con Bbva, CaixaBank y Hsbc, que también ha actuado como asesor de rating. Tras la compra, la deuda de Werfen se situará en 1.800 millones de euros. Una vez completada la compra y según las cifras de 2021, Werfen superará los 2.200 millones de euros de ingresos, contará con siete centros tecnológicos y empleará a cerca de 7.000 personas en todo el mundo, con presencia directa en treinta países y más de cien regiones a través de distribuidores.

Referente en diagnóstico clínico

Werfen tiene el 47% de sus ventas en Europa Occidental. A continuación, se encuentran los mercados de Norteamérica (25%), Asia-Pacífico (16%), Europa Oriental, Oriente Próximo y África (6%) y Latinoamérica (6%).

Werfen es un referente mundial de diagnóstico clínico y está especializada en las áreas de hemostasia, cuidados intensivos y autoinmunidad. La compañía tiene su sede en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), pero sus principales centros de investigación y desarrollo (I+D) y de producción están en Bedford (Massachusetts), San Diego (California), Orangeburg (Nueva York), Múnich (Alemania) y Lliçà d'Amunt (Barcelona).

La empresa pertenece actualmente a partes iguales a los cuatro hermanos de la segunda generación de la familia Rubiralta, propietaria de la siderúrgica Celsa: Jordi, José Luis, Xavier y Marc. En 2012 llegó el relevo generacional, cuando Jordi, hijo mayor de Francisco Rubiralta, fue nombrado presidente. Aunque en 2019 cedió el testigo a su hermano pequeño Marc. Es habitual que esta familia aparezca en los ránkings de las mayores fortunas de España y de Cataluña.

Compras, pero también captación de talento

Werfen se ha ido de compras en 2022, pero también ha reforzado su estructura de dirección. La multinacional de diagnóstico ha reforzado su consejo de administración durante el último año con la incorporación de Belén Romana, expresidenta de Sareb y consejera independiente en Banco Santander, y de Nina Beikert, consejera delegada de Labor Berlin Charité Vivantes, uno de los principales laboratorios hospitalarios de Europa. Por su parte, José Luis Guerrero, consejero y director financiero, ha abandonado la compañía por jubilación.

En total, la empresa española cuenta con cuatro independientes en su máximo órgano de decisión. Además de Romana y Beikert, también se encuentran como vocales Luis Cantarell, ex Nestlé y actual presidente de Uriach, y Germán Castejón, un directivo con una larga trayectoria asesorando empresas familiares catalanas como Almirall o Mecalux.

Romana ha ocupado importantes cargos en la administración pública como directora general del Tesoro, directora general de Política Económica o presidenta de la Sareb. También fue consejera del Banco de España y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (Cnmv). Actualmente es consejera independiente de SIX y de Grupo Santander, donde preside la comisión de riesgos, regulación y cumplimiento.

Werfen ha reforzado su consejo con Belén Romana o Nina Beikert

Guerrero se jubiló el pasado julio, tras más de veinte años en Werfen en diversas posiciones en el ámbito financiero en Estados Unidos y en España. El directivo fue nombrado responsable financiero y miembro del consejo de administración en 2017. Su posición fue cubierta por Javier Gómez, quien ostenta el cargo de jefe del departamento financiero desde finales de julio.

Gómez se unió a Werfen en 2000 como analista de costes y ha ocupado diversas posiciones en el área financiera. Después de completar su MBA en 2005, el directivo inició su carrera profesional en el Centro Tecnológico de Werfen en Boston. Mientras estuvo en Estados Unidos, ocupó numerosos cargos de creciente responsabilidad y gestión en finanzas, incluido el de vicepresidente de finanzas para América del Norte. En 2017, fue nombrado vicepresidente de finanzas de IVD Worldwide y regresó a Barcelona en 2020. Gómez es licenciado en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos por la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), en Administración y Dirección de Empresas por la Universitat de Barcelona (UB) y obtuvo su MBA en Iese.

Werfen ha suspendido el pago de dividendo con el objetivo de acelerar el desapalancamiento tras la compra de la norteamericana Immucor.

La multinacional catalana tiene previsto suspender el reparto del segundo dividendo de este ejercicio (se desembolsó uno por la primera mitad de 2022) y el de todo 2023. La compañía estudiará volver a repartir beneficios a partir del ejercicio 2024 siempre que el apalancamiento regrese a unos niveles confortables para la empresa. S&P señala que, una vez se cierre la operación de compra de la compañía estadounidense, el apalancamiento se elevará hasta una proporción de 3,4 veces el ebitda, es decir, algo más de 2.000 millones de euros.

La agencia de calificación sostiene que la compañía no empezará a repartir beneficios hasta que la ratio caiga por debajo de las tres veces el ebitda. El informe de S&P mantiene la calificación de BBB- en la deuda de Werfen. La agencia confía en que el apalancamiento se reducirá a gran velocidad y descarta que se quieran embarcar en grandes adquisiciones. Actualmente, la compañía catalana de diagnóstico cuenta con una emisión de bonos de 300 millones de euros.