Urzay (Farmaindustria): “Los gobiernos no deben contemplar el sector ‘farma’ como un elemento de gasto”

Javier Urzay es licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad Autónoma de Madrid y MBA por el Instituto Adriano Olivetti de Ancona (Italia). Urzay ha trabajado como consultor de estrategia empresarial en DBK (Grupo Databank) y ha sido subdirector general de servicios tecnológicos y transferencia de tecnología en el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (Cdti). El economista, preguntado por el Brexit y el impacto que puede representar en la industria farmacéutica española, asegura que “muchas empresas ya se han preparado para trasladar autorizaciones de medicamentos en el país del norte de Europa a otros estados”.

Pregunta: ¿Cómo ha evolucionado la industria farmacéutica española en los últimos años?

Respuesta: Venimos de años de fuertes recortes en el gasto farmacéutico público y durante los últimos tres hemos notado una recuperación paulatina. España está retomando ya los niveles de facturación que tenía en 2010.

P.: ¿En qué punto se encuentra la inversión en innovación en el sector?

R.: El farma español es el primer sector industrial en cuanto a inversión en investigación y desarrollo (I+D), prácticamente superando el 20% del total del mercado. En 2017 se invirtieron 1.150 millones en innovación, con un incremento del 5% respecto a 2016.  

P.: ¿Qué puede hacer Farmaindustria para continuar avanzando hacia un modelo productivo centrado cada vez más en el I+D?

R.: Es importante convencer a los estamentos gubernamentales que el sector no debe ser contemplado como un elemento de gasto, todavía menos cuando se trata de la industria de alta tecnología más importante que tiene España. La urgencia del control del gasto es una prioridad clara de este y otros gobiernos, pero responde a una visión cortoplacista del poder público, poco holística.

P.: Farmaindustria entabló la semana pasada conversaciones con el Gobierno central para prorrogar el control del gasto en medicamentos.

R.: El acuerdo mantenido responde a una necesidad del Ejecutivo central de tener una senda de evolución del gasto ligada al crecimiento de la economía nacional. No obstante, un sector tan innovador como el farmacéutico aspira a crecer por encima del PIB del país en el medio-largo plazo. Nuestra obligación también es hacer posible, poner los medios, para que los pacientes tengan la mayor accesibilidad a los medicamentos.

P.: ¿Cómo se equilibra el binomio inversión y accesibilidad a los medicamentos?

R.: Hay un círculo virtuoso por el cual a medida que los medicamentos van perdiendo la patente, salen genéricos o biosimilares que bajan los precios y permiten ahorros. Estos pueden financiar nuevos fármacos que entran en el mercado. Estamos en un escenario en el que hay mecanismos que permiten articular la innovación y la sostenibilidad del sistema.

P.: Si hablamos de nuevos fármacos, ¿España está bien posicionada en medicina de precisión? ¿Cómo se están adaptando el mercado ante este nuevo paradigma?

R.: Cada vez más los nuevos medicamentos vienen autorizados para perfiles de pacientes muy determinados. En su momento se habló de medicina personalizada, después de medicina de precisión, un término, este último más idóneo. No es una tendencia nueva, viene ocurriendo de forma natural desde hace años. En un futuro viviremos una auténtica revolución porque los sistemas sanitarios ya se están dotando de infraestructuras, recursos y tecnología para utilizar los datos y ofrecer mejores diagnósticos. La propia práctica clínica con el uso del big data y la inteligencia artificial (IA) servirá para tener mejores resultados en salud.

P.: En las últimas semanas se ha hablado de la falta de suministro de medicamentos en España. ¿Cuán grave es la situación en el país?

R.: En ningún caso Farmaindustria piensa que estemos ante una situación grave. Otra cosa es que una determinada marca de un medicamento, por distintas razones, pueda tener problemas de suministro durante un tiempo. Las afectaciones que pueda haber también responden a que las empresas farmacéuticas tienen una capacidad de producción limitada y hay un crecimiento a escala mundial de países emergentes que hasta ahora no consumían medicamentos, como China. Como los precios han caída en el conjunto de Europa, se está priorizando y atendiendo la demanda de estos estados.

P.: Sanidad alertó con implantar sanciones si persistía el desabastecimiento…

R.: La mejor forma de diagnosticar los problemas es que busquemos entre todos las soluciones. Es absurdo pensar que una compañía farmacéutica no quiere vender o suministrar medicamentos.

P.: ¿Qué impacto tendrá en todo el sector el Brexit? ¿Puede suponer un freno a la entrada de nuevas innovaciones en la industria farmacéutica?

R.: Hay desconcierto. La industria farmacéutica española se viene preparando desde hace tiempo ante esta circunstancia. La salida de Reino Unido de la Unión Europea tiene muchos aspectos que afectan al medicamento, entre otras cosas porque la legislación es la misma que en Europa. Muchas empresas ya se han preparado para trasladar autorizaciones de medicamentos en el país del norte de Europa a otros estados, además de aumentar su stock y poner en marcha planes de contingencia.