Los bajos costes y la rotura de la ‘supply chain’ tensan el desabastecimiento de las farmacias

Hay una escena que se repite desde hace días en las farmacias españolas. Las amoxicilinas de adultos se venden para niños con la advertencia de que deben ser partidas por la mitad. Los jarabes se conservan para los más pequeños, que no son capaces de ingerir pastillas todavía. Esta singular práctica, que sólo se puede realizar bajo autorización expresa del Ministerio de Sanidad, se produce desde hace una semana a causa del desabastecimiento de antibióticos pediátricos en las farmacias. Son uno de los grandes grupos de medicamentos que han experimentado escasez durante 2022 en España arrasados por la tormenta perfecta originada entre el bajo coste y los problemas de suministro.

Además de por su carácter pediátrico, la amoxicilina para adultos también es uno de los medicamentos que han hecho saltar las alarmas, el pico del iceberg de la escasez de antibióticos en el país. “No había visto nada igual en cuarenta años que llevo en el sector”, admite el profesor de Farmacia de la Universidad Católica de Murcia (Ucam) y miembro de una compañía del sector de la distribución farmacéutica, Santiago Ibáñez. El profesor afirma que el problema de distribución no se encuentra entre las compañías de distribución que entregan lo que les sirven, sino que viene de más arriba: de los laboratorios.

En ese diagnóstico coincide la Federación de Distribuidores Farmacéuticos (Fedifar), que sostiene que “con su posición en la cadena de suministro no disponen de la información necesaria para responder sobre cuáles son las causas de estos problemas”. Lo único que pueden hacer las compañías es mantener el control de las faltas y dar un aviso temprano a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) a través de un Sistema de Información Temprana.

La Aemps alertó de la falta de amoxicilina pediátrica en las farmacias en noviembre

Ya en noviembre, la Aemps alertó de la falta de amoxicilina pediátrica en las farmacias, fabricadas en su mayoría por Laboratorios Normon y Sandoz, la compañía de genéricos de Novartis. Ambas empresas llevan meses con caídas en la cadena de suministro. “Las causas que llevaron a estos retrasos han sido solucionadas y se está acelerando la producción para hacer frente a la demanda pendiente”, aseguraba en noviembre la Aemps, que sigue gestionando en 2023 la falta del medicamento.

El agujero de la amoxicilina no es exclusivo de España, la falta del antibiótico es una problemática europea. La Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) ha formado un grupo de trabajo especial junto con la Comisión Europea y la Heads of Medicines Agencies (HMA), red de agencias de medicamentos de Europa, para tratar la escasez de antibióticos entre los países miembros de la Unión Europea (UE). “La escasez de medicamentos ha sido un constante problema de salud pública y la situación en la UE se ha visto agravada por acontecimientos o tendencias geopolíticas como la guerra de Ucrania, la crisis energética y las elevadas tasas de inflación”, señala la agencia en un comunicado.

Además de España, la falta de antibióticos afecta a prácticamente todos los países miembro y se está monitorizando desde Ámsterdam, sede donde se ubica la agencia europea desde su salida de Londres tras el Brexit. La opinión de la EMA después de hablar con los diferentes miembros de la cadena de suministro del antibiótico desde noviembre del pasado año es que la situación se resolverá los próximos meses.

Por ahora, el suministro en las farmacias se sigue resintiendo. Las faltas de medicamentos se incrementaron un 150% en 2022, según datos del Consejo General del Colegio de Farmacéuticos. Los antibióticos pediátricos junto con los antidiabéticos son los medicamentos que más escasean, pero el colegio resalta que los problemas en la cadena de suministro está interrumpiendo la llegada de otros medicamentos.

“Hay fármacos muy baratos que se venden más caros en otros puntos de Europa y las operaciones en España se resienten”, explica Luis de Palacio

Los farmacéuticos advierten que hasta 403 medicamentos en el país fueron clasificados con incidencias de suministro y se vieron afectados todos los grupos terapéuticos. Un 20% de los fármacos con desabastecimientos están destinados a tratar el sistema nervioso, mientras que un 19% de los medicamentos afectados tratan dolencias cardiovasculares. Además de los atascos en la cadena de suministro, el bajo precio de algunos productos puede estar detrás de la escasez en las farmacias. “Hay fármacos muy baratos que se venden más caros en otros puntos de Europa y las operaciones en España se resienten”, explica Luis de Palacio, presidente de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (Fefe), una conclusión que también apoyan desde los colegios de farmacéuticos. 

Por su parte, el Ministerio de Sanidad ha rebajado la alerta por la escasez de medicamentos señalando que nueve de cada diez tienen alternativa. En cuanto a los precios, la cartera dirigida por Carolina Darias está negociando con los fabricantes una subida de precios de los medicamentos genéricos. La propuesta, que se está debatiendo en la Dirección General de Farmacia, sería de un 10% para todas aquellas moléculas cuyo precio sea de 1,6 euros o inferior, lo que supone la mitad de los genéricos presentes en el mercado. La patronal de los genéricos, Aeseg, apunta que a cambio de aumentar el precio se garantizaría el suministro.

“Estas subidas tan sólo costarían a la administración cuarenta millones de euros, sobre los 14.000 que ya se gasta anualmente”, asegura la de Palacio. Además, la patronal de las farmacias señala que desde la Administración se debería dejar a los farmacéuticos que realicen sustituciones de medicamentos cuando sea posible, como por ejemplo dar un medicamento en sobre si no existe el mismo en pastilla, una práctica prohibida, y realizar fórmula magistral.

“Va a ser un año de carga impositiva y estrechez del margen”, sentencia De Palacio. La patronal advierte que las farmacias tendrán que dedicarse a ofrecer servicios de valor añadido y de economía de escala. “Los medicamentos son el 85% de nuestra actividad y sufren una devaluación constate”, advierte.