La población en España crece a su mayor ritmo desde 2008 gracias a la inmigración
La llegada de más de 700.000 inmigrantes compensa el saldo vegetativo negativo de casi 60.000 personas, es decir, un mayor número de defunciones que de nacimientos.
8 jun 2020 - 16:45
La inmigración sitúa en 47,4 millones de personas la población española en 2020. España aumentó en casi 400.000 personas el número de residentes en 2019 y a comienzos de este año ha superado los 47 millones de habitantes, según publica este lunes el Instituto Nacional de Estadística (INE) a partir de los datos provisionales de la Estadística de Migraciones en 2019 y Cifras de Población a 1 de enero de 2020.
La llegada de inmigrantes, más de 700.000, ha compensado el saldo vegetativo negativo, un mayor número de defunciones que de nacimientos. Han muerto 415.070 personas frente a 357.924 nacimientos dejando un saldo vegetativo negativo de casi 60.000 personas. Más de 80.000 nuevos residentes tenían nacionalidad española, mientras que los restantes tenían nacionalidad extranjera.
El informe destaca que este crecimiento es el más elevado desde 2008, cuando la población aumentó en casi 600.000 personas. El saldo migratorio también es positivo y asciende hasta 450.000 personas gracias al menor número de emigraciones y el mayor de inmigraciones desde 2008.
El saldo migratorio asciende hasta 450.000 personas gracias al mayor número de inmigraciones y el menor de emigraciones desde 2008
Según el INE, durante el 2019 la población creció en catorce comunidades autónomas y se redujo en tres regiones, además de Ceuta y Melilla. Los mayores incrementos de población se han producido en las Islas Baleares (1,90%), Madrid (1,59%) y Canarias (1,38%). Los mayores descensos han sido en Extremadura, Principado de Asturias, ambas con una reducción del 0,34%, y Castilla y León, con un descenso del 0,27%.
Por otra parte, el número de extranjeros supera los cinco millones por primera vez desde 2013. Colombia, Venezuela y Marruecos los países que aportan el mayor incremento de extranjeros residentes. No obstante, los mayores descensos los protagonizan Rumanía, Ecuador y Bulgaria.