Almirall, Faes Farma y Sandoz lideran el creciente negocio de las alergias

Cuando las plantas empiezan a liberar su polen, las cajas registradoras y los datáfonos de las farmacias españolas sacan humo con la venta de fármacos y tratamientos contra las alergias primaverales. En España, el Sistema Nacional de Salud (SNS) calcula que hay casi un 15% de la población que, con la llegada de la primavera, sufre de rinitis alérgica. En total, son unos 6,6 millones de personas. Una cifra que, según el Ministerio de Sanidad, se ha disparado un 42,3% durante los últimos siete años. El aumento de los afectados por síntomas como picores, enrojecimiento de ojos, congestión nasal y estornudos se traduce en un mercado de los antihistamínicos muy tentador para las farmacéuticas.

Cada año, los tratamientos para la rinitis alérgica mueven alrededor de unos 190 millones de euros en España, según los informes de la consultora Iqvia. “Los antihistamínicos son el rey del mambo”, detalla en forma de titular a PlantaDoce Lorena Soto, coordinadora del Comité de Alergias Respiratorias de la Sociedad Catalana de Alergia, de la Academia de Ciencias Médicas de Cataluña. Aun así, recuerda que no es el único tratamiento que existe. También están los antialérgicos oftálmicos en forma de colirios, los espráis nasales o los descongestionantes.

Los antihistamínicos suponen alrededor del 65% de la facturación anual del mercado español de la alergia

En cifras de facturación, el tratamiento estrella es el antihistamínico. Los últimos datos disponibles que detallan cuánto dinero mueve cada categoría son de 2018, pero los expertos señalan que, en 2024, los porcentajes siguen siendo válidos. Aquel año, en España, el mercado de la alergia generó 205,6 millones de euros, de los cuales 139,3 (64,1%) provinieron de la venta de antihistamínicos. Los descongestivos supusieron 51,2 millones de euros (23,6%). Ya a mucha distancia quedaron los espráis, con 14,1 millones (6,5%) y las gotas para los ojos, con solo un millón de euros (0,5%). Los tratamientos de inmunoterapia no se computaron en las estadísticas de Iqvia y no existen informes recientes que pongan cifra a esta categoría terapéutica.

Las moléculas de oro

Entre las moléculas más vendidas en el campo de los antihistamínicos están la ebastina y la bilastina. Las dos juntas se reparten más del 50% de las ventas y dejan en las farmacias casi 80 millones de euros anuales, según Iqvia. En tercero y cuarto lugar están la desloratadina y la cetirizina, con una facturación de unos 15 millones cada una. Los compuestos a base de Loratadina completan el top 5 de antihistamínicos más vendidos en España.

Hay varios laboratorios que comercializan fármacos con estas moléculas. Actualmente, en las farmacias españolas se pueden encontrar hasta 63 presentaciones de medicamentos basados en la ebastina, fabricados por 26 farmacéuticas distintas. El padre de la ebastina es Almirall, que lidera las ventas con su Ebastel, pero hace años que ya existen genéricos del fármaco, producidos por Sandoz, Ratiopharm, Stada, Teva, Kern Pharma o Cinfa.

El negocio de la bilastina

En el caso de la bilastina, la marca estrella es el Bilaxten, de la compañía vizcaína Faes Farma. Desde 2011, tuvo la patente del compuesto, pero en 2021 caducó, por lo que también están apareciendo genéricos en el mercado. En 2024, se pueden conseguir más de treinta formatos, fabricados por unos veinte laboratorios distintos, según cálculos de este medio. Entre los que también han querido unirse a la fiesta están Sandoz, Teva, Cinfa o Normon.

Las ventas de bilastina suponen casi un 24% de la factuación anual de Faes Farma, que ha aguantado el golpe de la entrada de genéricos. 

“Hemos vendido más de 5.000 millones de dosis de bilastina desde 2015, teniendo el 12,4% de cuota en el mercado global de antihistamínicos y siendo el más vendido en nuestros mercados de prescripción”, recalcó Faes Farma en un informe, en 2021. Aquel año, su mercado más importante fue Japón, seguido de China y Brasil. En España, en 2021 se puso fin a su patente, pero la empresa asegura que ha aguantado el golpe. “Hicimos frente a nuestro mayor reto y logramos mantener la cuota del 19% en España pese a la entrada del genérico en España”, anunció la empresa con datos de 2022. Según la farmacéutica vasca, aquel año los genéricos de la bilastina solo supusieron un 2% del total de las unidades vendidas en España.

En 2023, Faes Farma cerró un año de récord de facturación. En parte, gracias a su bilastina, que siguió liderando el mercado con la aparición de nuevos lanzamientos en forma de colirio y orodispersables. Cerró el ejercicio con unas ventas de 473 millones de euros y unos beneficios de 92 millones, un 2,5% más que el año anterior. Un 23,8% de la facturación procedió de las ventas de bilastina, que está presente en 127 países del mundo. En 2024, la compañía prevé seguir creciendo en ingresos entre un 6% y un 8%, con la entrada de su molécula dorada en el mercado chino.

Un mercado al alza

“Las farmacéuticas ven en el tratamiento de la alergia un mercado muy alentador”, explica Soto. Con el aumento del número de alérgicos en España, los laboratorios están apostando por este sector. “Si cada vez son más los españoles con alergias respiratorias es, principalmente, por dos motivos: la mejora en los métodos diagnósticos y el avance del cambio climático”, sintetiza, preguntada por PlantaDoce Montserrat Álvaro, coordinadora de docencia e investigación del Servicio de Alergología e Inmunología Clínica del Hospital Sant Joan de Déu, en Barcelona. A nivel económico, esto se traduce en un mercado con potencial para mover cada vez más dinero.

Los laboratorios están invirtiendo constantemente en la mejora de los tratamientos. “La industria farmacéutica cada vez es más capaz de sintetizar nuevos antihistamínicos sin efectos secundarios y con un alto grado de eficacia y seguridad”, explica Álvaro. Así, Faes Farma ya ha anunciado que, para 2025, está trabajando en la bilastina para niños menores de seis años, un segmento de edad en el que cada vez se diagnostican más alérgicos. También la quiere vender en formato de colirio. Será el resultado de los más de 110 millones de euros que Faes Farma ha invertido en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) durante los últimos cinco años para mejorar los tratamientos en cuatro “áreas terapéuticas con alto potencial de crecimiento”, entre las cuales están las alergias.