Entorno

El desabastecimiento de medicamentos se agudiza un año después de la guerra en Ucrania

La gripe, el Covid-19 y otras infecciones víricas están tensionando la capacidad de la industria farmacéutica, a la que le está costando garantizar el abastecimiento de ciertos medicamentos. Entre los que más se echan en falta se encuentran los antibióticos.

A. Escobar

16 feb 2023 - 04:54

El desabastecimiento de medicamentos se agudiza un año después de la guerra en Ucrania

 

No, no podemos dispensarlo. Es una de las frases repetidas y un problema en las farmacias que viene sucediéndose desde hace semanas. La escasez de fármacos en España y en Europa representa una de las grandes barreras para el acceso de los pacientes a los medicamentos. Una problemática que además se ha acentuado por el mayor repunte de las infecciones respiratorias, lo que ha provocado una creciente demanda de antibióticos. La crisis energética, las altas tasas de inflación o la guerra en Ucrania han agudizado aún más la problemática.

 

La gripe, el Covid-19 y otras infecciones víricas están tensionando la capacidad de la industria farmacéutica, a la que le está costando garantizar el abastecimiento de ciertos medicamentos. Según datos del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, en 2022 hasta 402 presentaciones de fármacos tuvieron incidencias de suministro. La entidad señala que la falta de medicamentos se incrementó un 150% en 2022 respecto al año anterior.

 

Algunas presentaciones pueden ser sustituidas por otras con el mismo principio activo, pero otras no. ¿Cuán preocupante es la situación? En algunos casos se ha tenido que fraccionar las presentaciones para adultos de un antibiótico tan reconocido como la amoxicilina para el público infantil. Este medicamento se utiliza para tratar infecciones por bacterias como la bronquitis o la neumonía. Ha habido retrasos en la fabricación y problemas de capacidad de producción de algunos laboratorios, lo que ha derivado en problemas de suministro a escala global.

 

En el caso de España, algunos fabricantes de medicamentos de prescripción prefieren centrarse en la exportación a mercados en los que obtienen precios más elevados que en feudo nacional. De hecho, el precio de estos productos en España es de los más bajos de la Unión Europea (UE).

 

 

 

 

La amoxicilina no es el único tratamiento que tiene o ha presentado problemas de suministro en las farmacias. En el último trimestre de 2022, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps, por sus siglas) y algunas farmacéuticas como AstraZeneca o Lilly alertaron de la falta de suministro de tratamientos empleados para la diabetes tipo dos.

 

Precisamente, la Aemps ha actualizado y ha ampliado la lista de fármacos que sufren desabastecimiento en los canales de venta al público. A 13 de febrero de 2023, fecha de la última actualización, el ente dependiente del Ministerio de Sanidad calcula que en España existen más de 600 medicamentos con problemas de suministro.

 

La entidad considera que existe desabastecimiento o problema de suministro cuando las unidades disponibles de un medicamento en el canal farmacéutico son inferiores a las necesidades de consumo nacional. Aunque la Aemps señala en el apartado de observaciones de su informe que existen otros medicamentos con el mismo principio activo y para la misma vía de administración, entre los fármacos que más echan en falta las boticas a día de hoy se encuentran la amoxicilina, Linezolid, un antibiótico que se utiliza para tratar infecciones, como la neumonía, e infecciones de la piel; Oxicodona o Tavanic, este último contiene un principio activo llamado levofloxacino. Se trata de un antibiótico del tipo de las “quinolonas” y funciona matando las bacterias que causan infecciones en su organismo. Se utiliza para tratar infecciones en senos paranasales, pulmones o el tracto urinario.

 

Ante esta situación, el último paso de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) ha sido reconocer este desabastecimiento y el Grupo Directivo Ejecutivo sobre Desabastecimiento y Seguridad de Medicamentos (Mssg) ha publicado una declaración institucional sobre el seguimiento de esta cuestión y ha señalado que “se volverá a una completa normalidad en los próximos meses”.

 

Desde la Aemps, añaden que las autoridades competentes están permitiendo el suministro excepcional de determinados medicamentos o presentaciones que pueden no estar autorizados en un Estado miembro concreto o concediendo exenciones totales o parciales a determinados requisitos de etiquetado y envasado.

 

Además, la comisaria de Salud en el Parlamento Europeo, Stella Kyriakides, anunció el pasado enero que la Autoridad de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (Hera), creado por la Comisión Europea para abordar, entre otras cuestiones la compra de medicamentos durante la pandemia tiene también capacidad para adquirir fármacos y suministros afectados por la escasez.

 

 

¿Qué países son los que más consumen antibióticos?

Si se analiza la afectación que puede haber en el suministro de productos antibacterianos con el mayor consumo de estos productos, quienes podrían acusar más la situación son Grecia, Francia, Grecia o España, según datos de European Centre For Disease Prevention and Control (Ecdc, por sus siglas en inglés), que publica anualmente un informe sobre el consumo de productos antibacterianos, expresado en dosis diarias definidas (DDD) por mil habitantes por día.

 

Las DDD por mil habitantes por día proporcionan una estimación aproximada de la proporción de la población de estudio tratada diariamente con un fármaco o grupo de fármacos en particular. La cifra se puede interpretar de la siguiente manera: en un grupo representativo de mil habitantes, se consumen en promedio 10 DDD en un día cualquiera del año analizado. Alternativamente, esto se puede expresar como 10/1000, es decir, el 1% de la población que recibe este medicamento cada día en ese año. Pues bien, las DDD en Grecia alcanzan 23,5, frente a los 21,5 de Francia y 20 de España.

 

En 2021, la media total ponderada de la población de la Unión Europea en el consumo de antibacterianos de uso sistémico fue de 16,4 DDD por mil habitantes por día, exactamente igual que en 2020.