Vive Biotech contacta con Santander para buscar comprador

La vasca Vive Biotech busca desarrollar sus infraestructuras. La start up dedicada al desarrollo y fabricación de vectores lentivirales ha contratado a Santander para la búsqueda de un inversor que le permita desplegar una nueva planta de producción que incremente su rendimiento, según ha avanzado este mañana Expansión.

En declaraciones para el mismo medio, la biotecnológica española ha asegurado que acumula un crecimiento aproximado del 60% hasta septiembre, manejando unas ventas para finales de año de unos quince millones de euros, así como un ebitda que prevé que esté rondando entre los dos y los tres millones de euros. Si con la capacidad de producción actual la empresa prevé ingresar 25 millones de euros anuales, con la nueva planta espera triplicar esta cifra.

Un vector viral es un virus modificado que funciona como vehículo para introducir material genético en el núcleo de una célula. En terapia génica, que es la actividad a la que se dedica la empresa emplazada en San Sebastián, los genes que dotan al virus de su capacidad infecciosa y patógena se eliminan, y sólo quedan los que participan en la inserción del material genético.

Si con la capacidad de producción actual la empresa prevé ingresar 25 millones anuales, con la nueva planta buscará triplicar esta cifra

Desde la empresa guipuzcoana han asegurado que “contamos con clientes y proyectos internacional estables y de una envergadura que nos permiten consolidar nuestra estructura y seguir creciendo de forma sostenible, posicionando nuestra empresa y nuestro territorio en la vanguardia de la medicina del futuro a escala mundial”, según consta en su descripción.

En julio de 2020, la empresa ya invirtió 4,5 millones de euros a la construcción de un nuevo centro de producción ubicado en el Parque Científico y Tecnológico de Guipúzcoa en San Sebastián, pasando de una infraestructura de 1.200 metros cuadrados y una única sala blanca a un espacio de 2.700 metros cuadrados con siete salas blancas. En concreto, las salas blancas son espacios especialmente diseñados para obtener bajos niveles de contaminación y son ideales para el proceso que desarrolla Vive Biotech.

Fundada en 2015, la compañía está controlada por sus fundadores, aunque desde 2020 también participan en el accionariado Inverready (13,4%), la fundación Kutxa (12,3%) y el Cdti (10,7%). De hecho, la construcción del nuevo centro contempla la compraventa de títulos y una ampliación de capital, en la que los actuales socios estarían dispuestos a ceder la mayoría de su accionariado.