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Moderna, objetivo España: dimensión operacional para ser punta de lanza en Europa

Juan Carlos Gil, director general de Moderna en España y Portugal, afirma que la compañía tendrá oficinas en España y que “no van a ser exclusivamente para asuntos de ámbito comercial”.

A. Escobar

19 nov 2021 - 05:00

Moderna, objetivo España: dimensión operacional para ser punta de lanza en Europa

 

“El tejido empresarial que vamos a montar en España es mucho más versátil y no se queda solamente en el aspecto comercial”. Es la declaración de intenciones de Juan Carlos Gil, director general de Moderna en España y Portugal, que ha avanzado en una entrevista concedida a PlantaDoce. La filial española de la biotecnológica estadounidense busca ser punta de lanza en Europa a través del acuerdo estratégico que ya tiene con la farmacéutica Rovi.

 

Tras la creación de la sociedad Moderna Biotech Spain, inscrita en el Registro Mercantil de Madrid, el máximo responsable de Moderna en el país del sur de Europa declara que “Moderna va a tener oficinas en España, pero no van a ser exclusivamente para asuntos de ámbito comercial; estamos en proceso de crecimiento, de expansión, buscando gente que pueda apasionarse con nuestro proyecto, y las primeras personas que hemos contratado son expertos en farmacovigilancia y asuntos regulatorios”.

 

Gil considera a la filial que él dirige “punto de referencia” para la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés). “En un futuro vamos a producir sustancia activa directamente en España”, añade el directivo. Aunque no descarta crecer a escala nacional, Gil resta importancia a la expansión mediante la apertura de oficinas físicas en el país y resalta que “no hace falta abrir oficinas físicas en ningún sitio; hacen falta personas que estén donde crean que deben estar”.

 

 

 

 

La primera de las misiones que tendrá Gil es la de estructurar la compañía desde el punto de vista operacional para tener una capacidad de interlocución con las distintas administraciones españolas. “Mi trabajo es trasladar las soluciones del ámbito de la investigación y de aprobaciones al ámbito real”, apostilla el directivo.

 

Lejos, por ahora, de convertirse en “una big farma”, según Gil, la filial española de Moderna trabajará en tener una relación de partenariado con las administraciones y con el tejido empresarial sanitario-asistencial. La puesta en marcha de una base operativa en España se engloba dentro de una estrategia de crecimiento en Europa, en la que aparecen otros países como Alemania, Reino Unido, Francia e Italia, donde ya se están abriendo filiales.

 

El motivo por el que se activa ahora la filial española de Moderna es por la amplia cartera de productos que la empresa quiere desarrollar, donde entran en escena tratamientos inmunológicos, vacunas contra el cáncer, tratamientos antitumorales, productos contra enfermedades cardiovasculares u otras opciones terapéuticas. “La del Covid-19 es sólo la primera vacuna que vamos a tener; contamos con entre 25 y 30 proyectos en marcha y tenemos especial interés en cubrir todas las necesidades respiratorias producidas por virus”, destaca el director general de Moderna en España y Portugal.

 

 

 

 

Moderna multiplicó por 55 su facturación hasta septiembre de 2021, en comparación con los datos del acumulado de enero a septiembre de 2020. Durante los primeros nueve meses del año, la compañía facturó un total de 7.334 millones de dólares. De enero a septiembre de 2020, Moderna ingresó 232 millones de dólares, según se desprende de las últimas cuentas publicadas por la compañía el pasado 4 de noviembre.

 

La empresa registró un beneficio de 7.334 millones de dólares, mientras que, durante el mismo periodo del año pasado, se anotó unas pérdidas de 474 millones de dólares. Respecto a los datos del tercer trimestre, los ingresos de Moderna se multiplicaron por 33, en comparación con las cifras del mismo periodo de 2020, alcanzando 4.967 millones de dólares. El beneficio para este periodo se situó en 3.333 millones de dólares.