Ferrer busca compradores para su negocio de genéricos, químicos y vacunas, valorados en 100 millones de euros
Los recursos que obtenga con esta operación se destinarán a para potenciar su rama de fármacos de prescripción. El grupo español, además, prevé unas ganancias de 15 millones de euros en 2018, así como unas ventas de 680 millones de euros.
18 nov 2018 - 18:00
Ferrer cambia de estrategia empresarial. La farmacéutica española ha revelado que busca compradores para sus unidades de genéricos en España, así como de productos químicos y vacunas. Por la venta de estos negocios no estratégicos, ya que sólo suponen un 20% de su facturación, la compañía podría ingresar cerca de 100 millones de euros.
Este importe se prevé destinar a potenciar su negocio de medicamentos de prescripción. “Nos interesaría comprar algún producto ya en el mercado, con derechos internacionales, o alguna compañía focalizada en la innovación”, ha indicado Mario Rovirosa, consejero delegado de la firma, en declaraciones a La Vanguardia.
Rovirosa detalla que el giro de la compañía conlleva volver a internalizar la investigación y desarrollo, una actividad en la que ahora invierte el 6% de sus ventas, es decir, unos 40 millones de euros anuales. Ferrer había optado en los últimos años por tener participaciones financieras empresas innovadoras como Abac o Spherium Biomed, en las que prevé que otros inversores tomen el relevo.
Ferrer tiene en fases de desarrollo cinco nuevos médicamentos de los que tiene los derechos comerciales
El grupo concentrará sus recursos en productos de desarrollo interno. En la actualidad, Ferrer tiene en fases avanzadas de desarrollo cinco nuevos fármacos de los que tiene los derechos comerciales, algo “que no sucede cuando invertimos a través de participadas”, reconoce el directivo.
La empresa tiene una rentabilidad baja, según Rovirosa, aunque este año prevé casi doblar su beneficio, pasando de 8,5 millones en 2017 a 15 millones de euros en 2018. Además, sus ventas serán de 680 millones de euros, un 7% más.
Para conseguir estos objetivos, el directivo afirma que será necesario reducir la complejidad con las desinversiones, la internalización en I+D, la apertura de filiales para sustituir a los distribuidores en sus principales mercados y la incorporación de tecnología. La empresa, además, descarta un expediente de regulación de empleo (ERE), aunque sí prevé un ajuste de personal. Hasta el momento, la compañía cuenta con 2.200 trabajadores, 1.800 de ellos en España.