Lundbeck Iberia nombra a Sara Montero directora general

Lundbeck Iberia renueva su plantilla directiva. La empresa ha anunciado el nuevo nombramiento de Sara Montero como nueva directora general, para seguir creciendo en mercados de España y Portugal. “La nueva directora aportará un enfoque centrado en los pacientes y un profundo conocimiento del mercado”, afirma Lundbeck Iberia en un comunicado.

Montero se unió a la compañía hace diez años como directora de ventas, y posteriormente lideró la unidad de negocio del Sistema Nervioso Central. Después de cinco años, asumió la dirección general de Lundbeck México, Latinoamérica y Países Andinos, organizando las operaciones en 19 países.

Sara es licenciada en Ciencias Químicas por la Universidad de Barcelona y dispone de una amplia formación posgrado que consta de Leading yourself & leading others, en Harvard University; Future Commercial Leadership Programme, en London Business School; Executive MBA por SDA Bocconia en Milán; MBA en Esade y Máster por Idec de la Universidad Pompeu Fabra.

Lundbeck Iberia es la segunda filial más importante a nivel mundial de la compañía

“Lundbeck es una de las pocas compañías a nivel mundial centrada exclusivamente en la innovación neurocientífica, con el objetivo de avanzar en los tratamientos y mejorar la vida de las personas que padecen enfermedades del cerebro; para mí, es una oportunidad única hacer crecer a Lundbeck Iberia como una empresa innovadora y con un propósito claro: transformar la vida de los pacientes, su entorno y la sociedad en general”, comentó Sara Montero.

Además, confirma que “mi objetivo es que Lundbeck Iberia no sólo sea líder del mercado, sino también un referente en innovación, colaboración y excelencia, con un equipo de personas que tengan la oportunidad de crecer y desarrollarse”.

Lundbeck anunció a mediados de octubre que se hará con la estadounidense Longboard mediante una operación de 2.600 millones de dólares (2.383 millones de euros), que le permitirá acceder al antiepiléptico experimental bexicaserina.

De esta forma, la escandinava valoraría en unos sesenta dólares (54,9 euros) la acción de su rival en una transacción que se ejecutaría en efectivo y que ha sido aprobada “unánimemente” por los consejos de administración de ambas empresas.