Allinky Biopharma levanta 2,4 millones y fija la vista en los ensayos clínicos

Allinky Biopharma toma una nueva dimensión. La compañía madrileña, especializada en el desarrollo de fármacos para combatir el cáncer y enfermedades inflamatorias, ha levantado 2,4 millones de euros para financiar los primeros estudios clínicos que evaluarán la eficacia de sus terapias. En sólo dos meses, la empresa ha cubierto el 80% de su última ronda, cifrada en tres millones de euros.

Con esta financiación, el grupo tiene previsto iniciar dos ensayos a partir de 2020. El primero (un estudio clínico exploratorio de fase I) servirá para analizar los resultados de un inhibidor para el tratamiento de la fibrosis pulmonar idiopática, una enfermedad crónica que se caracteriza por una disminución progresiva de la función pulmonar. El mismo test también buscará analizar la eficacia de la molécula en otras patologías inflamatorias raras.

El segundo estudio, de fase I-IIa, evaluará un inhibidor de Ras para combatir casos avanzados de cáncer de páncreas, pulmón, sangre y colorrectal. Con todo, la realización de estos procesos todavía depende de la autorización de la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (EMA, por sus siglas en inglés) y la Agencia Europea del Medicamento (Aemps). Desde Allinky aseguran que ambos reguladores recibirán la documentación necesaria durante las próximas semanas para poder avanzar con las investigaciones.

Allinky Biopharma tiene previsto realizar un estudio de fase I en fibrosis pulmonar iodiopático y otro estudio de fase I-IIa en oncología

“Desde que fundamos la empresa en 2009, nuestro objetivo siempre ha pasado por crear nuevos medicamentos para pacientes que no disponían de soluciones”, señala Miguel Vega, consejero delegado de Allinky. “La realización de los estudios clínicos nos acercaría a la culminación de nuestro objetivo”, añade el directivo. En este sentido, la start up confía en finalizar los estudios de fase I en 2022.

La última ronda ha sido financiada principalmente por family offices, tal y como informan desde la compañía. Más allá de estas inversiones, la empresa ha conseguido levantar capital público a través de instituciones como la Comisión Europea, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades o el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (Cdti).

Allinky es una spin off académica con sede en el Parque Científico de Madrid, ubicado en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Aun así, la sociedad también dispone de laboratorios en la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), donde concentra su investigación relacionada con el ámbito digital.

En esta última ronda, la mayor parte del capital levantado por Allinky Biopharma proviene de distintos family offices

El proyecto encabezado por Miguel Vega también cuenta con figuras como Diego Labarquilla, presidente del grupo de ascensores Savera y exinversor en Tigenix, la biofarmacéutica española adquirida por Takeda por 520 millones de euros.

El resto del consejo científico está compuesto por distintos profesores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Csic), exdirectivos de empresas como Ferrer, Salvat o Menarini y responsables de centros sanitarios como el Hospital de Santiago de Compostela.